jueves, 20 de septiembre de 2012

25.


La vida es un camino en el que perderás muchas cosas... desparecerán amigos, morirán amores y desaprovecharás mil oportunidades.
Pero a cambio obtendrás el don más precioso, el conocimiento del Yo, es decir, la creación de ti mismo.
Eso es algo que no podrás adoptar de ninguna doctrina o religión, ni copiar de nadie.
No es algo que leas en un libro o aprendas en clase.
Es un don que simplemente  conseguirás andando, siguiendo adelante, porque no hay mayor sacrificio ni premio que la vida en sí misma.
Es algo que yo he comprendido y sin embargo, no me encuentro a mitad de viaje sino, una vez siendo consciente de todo esto, me he otorgado a mí misma la oportunidad de empezarlo.
Porque todo se ve muy distinto una vez reaccionas, ya el cielo no será del mismo azul, ni la hierba volverá a brillar con el mismo verde.
No harás las cosas por lo demás.
Ni por tu futuro.
Ni por tu pasado.
Todo se resume en llegar a conocerte a ti mismo, porque este es el único modo en el que podrás alcanzar la paz.
No es resignarse con lo que venga, ni aprender de lo ocurrido, es un nivel más allá... Yo ayer me di cuenta de que, a pesar de lo que creía, no soy más que una niña que llora cuando pierde un juguete. Creía que me conocía y, he visto como todo lo que creía conocer de mí misma no vale nada... lo que busco ahora va incluso más allá de una mera abstracción...
Me queda mucho por aprender, por descubrir, y voy a empezar una etapa de mi vida que significará el comienzo para empezar a entenderme... y no estoy ni asustada, ni nerviosa... solo impaciente por empezar a comprender quién soy y hasta donde puedo llegar...
Pero esta es mi meta, y cada uno debe de encontrar la suya.


P.D.
Ayer prometí que nunca más volvería a llorar por un hombre. Así será.


No hay comentarios:

Publicar un comentario