lunes, 20 de agosto de 2012

14.


A veces las cosas se joden porque sí... y yo creo que no estoy preparada para pasar de 0 a 100 en un segundo.
He descubierto cual es la palabra que más duelen de sus labios, "no sé", cuando es la respuesta a la incógnita en la que agoniza el futuro de nuestra relación.
Hoy lo he sentido de nuevo, esa punzada de dolor infantil que pensé y juré no volver a vivir... es como si me arrancasen el corazón y lo tirasén a la papelera... así exactamente, de usar y tirar es como me vuelvo a ver.
El dolor ha sido tan intenso, tan real, que no he podido hacer nada para ocultar las lágrimas. Casi me caigo al suelo del mareo, pero conseguí llevarme una mano al estómago para sentir como todas las mariposas morían de un súbito disparo.
La distancia nos arranca la piel a tiras pero, a diferencia de él yo sigo luchando porque me merece la pena... aunque parezca que ya se ha dado todo por perdido...
No sé que decir, no sé que hacer, solo tengo la certeza de que no va a haber más oportunidades, nuestro futuro se está jugando en una carta y yo creo haber acercado lo suficienta la baraja hacia su lado de la mesa... solo espero que no esté demasiado borracho de pena y soledad para seguir con la jugada...
Parece como si todo fuese inútil y me noto impotente, como una niña que lloriquea porque el mocoso que le cogía la mano en el parque ya no quiere jugar con ella... la historia de mi vida, todo es maravilloso y paso ese tiempo desconfiando y, cuando empiezo a soltarme las "circunstancias" como él dice, nos llevan al fracaso.
Estoy harta, me pide que sea fría y me recuerda todo lo que ha hecho por mí, todas las veces que me ha demostrado que me quiere... ¿Acaso el amor no es una planta que se riega a diario? o ¿me vas a regalar rosas hoy y mañana me vas a dejar tirado en la estación? no sé... me merece la pena porque le amo, pero no sé si está confuso porque en su delicada situación personal siente que todo se le echa de encima o es que de verdad lo nuestro se ha enfriado...
Él aborrece mis dudas pero me ruega que sea sincera... es demasiado contradictorio y nos conocemos como para usar el viejo truco de "sonreir y asentir".
Si esto sigue así voy a tener que reorganizar mi futuro, hacer la maleta y prepararme para una dura época de inestabilidad emocional y odio al sexo masculino.
Ayer dije que eramos la pareja perfecta y hoy mismo la realidad me pega una puñalada trapera...
Vicky, vete al puto carajo.
Y traéte tabaco que ya ha muerto el paquete.

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