viernes, 10 de agosto de 2012

13.


VIEJOS RECUERDOS

Recuerdo como las calles de Triana temblaban a nuestro paso y las ancianas se escandalizaban cuando me cogías el culo en cada esquina, borracho de lujuria y tinto del barato, mientras yo enloquecía con tus ojos rebosantes de luciérnagas.
Llegamos al portal destartalado de tu bloque y subimos al piso con las ganas desabrochándose impacientes y los poros rebosando complicidad.
Tengo la absurda manía de contar los escalones de los lugares a los que quiero volver y, aquella noche, los 63 escalones seguían en su sitio.
Apenas conseguimos tumbarnos en la cama, con violencia, con pasión, con la sangre burbujeando deseo y la luna, amarilla limón, colándose por las rendijas de la persiana.
Botones obedientes.
Caricias que no piden permiso.
Un susurro al oído, un beso en el cuello.
Dejo la mente en blanco, no en rojo…mejor en negro.
Me abandono a tu merced, asfixiándome en los mechones de pelo largo que se derramaban por la pálida tez.
Mi lengua saborea húmeda, investiga, zigzaguea por cada rincón, resbalando por los vértices de tu cuerpo, al tiempo que murmuras delirios a las estrellas, que se mueren de envidia al otro lado de los cristales.
Y noto como des aflojas las tuercas y se retuercen mis pestañas al contacto con tu piel.
Y las pupilas se pierden memorizando cada uno de tus lunares, al compás lento de la cremallera.
Puedo sentir cada centímetro de mi piel poniéndose en guardia.
Un par de yemas curiosas juegan al escondite en tus recodos, perdiéndose entre latidos, atándose a tus venas, tatuando de arañazos cada centímetro de espalda.
¿Oyes los ladridos afuera? Son los perros callejeros asustándose por mis gemidos.
Te digo que los vecinos van a llamar a la policía y me devuelves una carcajada insinuante.
Volvemos a fundirnos, a enredarnos a perdernos uno en el otro.
Como si no hubiese mañana, dejándonos llevar por los instintos, compartiendo pecados a merced de las fantasías.
Mi pecho se estremece.
Una caricia se cuela entre mis muslos.
Y las vísceras se retuercen de placer, mientras me incinero en tu sudor, despojándonos de palabras y vanos poemas.
Millones de partículas fluyen dentro de mí.
Mi excitación se desborda, muerdo mi labio inferior.
Mis manos apresan las sábanas.
Respiro entrecortada.
Me entrego a la más bella agonía… siento que voy a explotar…
El blanco lo inunda todo… solo escucho un lejano tic tac...estoy flotando.

Más allá del cielo y de las nubes.
Entre el dolor y el placer...
entre el cielo y el infierno...
la realidad y la ficción...



,.
Al dejarme llevar por el humo del cigarro que sostengo entre mis dedos, me doy cuenta de que somos dos gatos encaramados en un tejado de ilusiones... del que no querría despertar nunca...

Quedémonos así juntos... no me importa que no prometas un "para siempre".
Solo abrázame.




el 17 septiembre 2011

1 comentario:

  1. Sabes que lo lei y me senti identificada, es tan unica esa sensacion, esa sangre que qema q hierve! esa sensacion de estar mas alla de todo! wow, que hermosas palabras, me encantaron.Excelente,como puedes llegar a sentirte con una persona. Hermoso Saludos!

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