miércoles, 22 de agosto de 2012

16.


Al final las cosas se han arreglado... pero yo sigo con ese pellizco en el estómago. Todo el problema, como siempre, puede resumirse en un fallo en la comunicación aderezado con grandas dosis de inseguridades a flor de piel, probablemente por la puta distancia.
Me va a costar acostumbrarme a esto... soy demasiado cuadriculada para admitir fallos en mi sistema y eso de "pan para hoy y hambre para mañana" me transforman en un monstruo neurótico.
Es curioso... me ha costado decirle claramente que le necesitaba, y esque esa recién adquirida dependencia emocional todavía me aprieta hasta el punto de asfixiarme. No soy una persona de llamar tres veces al día, ni de estar encima de nadie constantemente, de hecho siempre me he considerado un pájaro libre y, en este momento, a veces creo que rehuyo volar tan cerca del sol por miedo a quemarme.
Soy un completo caos, eso es así, cualquiera que me vea a simple vista pensará que está ante la novia perfecta, divertida, nada posesiva, social, fiel, cariñosa y muy activa sexualmente (...) pero debe de ser difícil lidiar con una alguien que tiene tan poco control sobre su futuro y sobretodo sobre su estabilidad emocional.
Está sonando una canción que me gusta en la calle, no sé si es en un bar o en un coche pero su estribillo parece transportarme a tiempos mejores... necesito volver a casa, abrazarle y dormir a su lado enterrando la nariz entre su pelo...
Tengo tanto miedo... no es que no confie en él o en sus sentimientos... es solo que cuanto más tiempo pasamos juntos más quiero estar a su lado y, sin embargo, noto más débil que nunca nuestro "parasiempre".
Con la sensación de querer despertar de una horrible pesadilla, y la certeza de no haber dormido nada en varios días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario