domingo, 14 de octubre de 2012

35.



Al final siempre  es menos.
Y mañana, quieras o no, saldrá el sol.
Eso es algo que siempre decía mi hermano y, aunque parezca obvio, no siempre somos conscientes de ello.
Recuerdo como tras la peor época de mi vida, después de semanas encerrada en un sótano a base de alcohol y drogas, salí a la calle y me quedé anonadada.
El sol seguía allí arriba y los pájaros cantando.
Cientos de personas se dirigían al trabajo, envueltas en sus mortajas metálicas, fundidas con sus teléfonos móviles.
Aún siento mi memoria palpitando de odio, de frustración.
¿Por qué la vida sigue? ¿Por qué?... si la mía se ha parado... por qué el mundo sigue girando...
Ahora, un año y medio después y con la mayor parte del trauma superado, me enfrento a otra situación difícil, no comparable en absoluto, pero no por ello menos dolorosa.
La persona que me sacó de todo aquel caos, mi ex pareja, me ha dejado.
No voy a negar que el dejar de contar con su apoyo, las peleas y el, por qué no decirlo, "salir de mi comodidad" y cambiar mi planteamiento futuro, me desestabilizó.
Ahora después de tanto llorar, de descubrirme a mi misma como una cría y de darme cuenta de que nadie es perfecto y, ni mucho menos él, me he dado cuenta de que sería estúpido seguir quedándome ahí, como una mosca que no deja de chocarse contra el cristal.
Mi ventana está abierta.
Soy joven y mi experiencia como universitaria, que solo acaba de empezar, está y va a seguir siendo increíble.
No es autoconvencimiento, no pretendo decir a nadie lo que quiere escuchar, ni siquiera a mí misma... son solo reflexiones que voy lanzando al aire.

Son solo retales de mi misma, de mi pensamiento... que necesito hilar para llegar a conocerme realmente.

Sería estúpido añadir que no me duele imaginarlo con otra... pero quizás me duela más sentirme engañada, después de tanto vivido juntos... pensaba que con él nunca llegaría a esta situación, que esta vez no me equivocaba y di tanto... demasiado.
Me apena muchísimo sentir que la vida solo me ha enseñado a no confiar en la gente... pero es peor darte cuenta que son las propias personas las que te decepcionan...
No sirve de nada señalar culpables, en este momento, suene lo melodramático que suene, creo que el dolor es directamente proporcional a las ilusiones.
Que le voy a hacer si soy una idealista patológica.
Una soñadora.
No es que tus te quieros no valgan nada.
Es que el valor del amor para mí, nunca va a ser igual al de nadie.
O al menos anteriormente.
Pensaba que ya lo sabía todo y me he dado cuenta de que me faltaban palos.
No sé, sigo feliz, sigo adelante, pero cada vez me vuelvo más conformista y odio perder mi esencia luchadora.
No quiero echarle el muerto a nadie pero... las circunstancias que nos han rodeado a ambos me han hecho perder la ilusión.
Ahora soy una escéptica del amor.
Y al mismo tiempo, queda en mí ese residuo de necesidad que me tienta constantemente... ojalá pudiera decirle que tengo miedo, que estoy enferma, que no puedo comer nada y que todo me sienta mal.
Cada vez estoy más enferma... y el ignorarlo no va a solucionar nada.
Me gustaría saber que es lo que hecho para que me odie tanto y, sin embargo, he perdido la esperanza en averiguarlo.
¿Por qué has cambiado? ¿Por qué hemos cambiado? No entiendo como se puede cortar un vínculo emocional tan pronto.
Lo envidio.




Un consejo Yo, supéralo. 









1 comentario:

  1. No me pasaba hace mucho por acá pero veo que las cosas estan casi igual
    Quizá la pregunta no es "que NOS pasó" o "porqué HEMOS cambiado"
    Sino empezar a preguntar por ti misma, empezar a preocuparte por ti, como dices eres joven y de seguro radiante
    Un beso gigante!
    Ahora si me apsaré mas seguido por acá

    ResponderEliminar